Veamos las incongruencias del este mal llamado “logro” para el pueblo cubano.
El régimen cubano, esa dictadura que lleva décadas oprimiendo a su pueblo, acaba de anunciar con bombos y platillos el ensamblaje del primer UAZ Patriot en La Habana, un todoterreno ruso que, según ellos, marca un “hito” en la cooperación con Rusia. ¿Hito para quién? Porque para el ciudadano cubano de a pie, que gana su salario en pesos cubanos (CUP), este supuesto avance no es más que una burla cruel, un recordatorio de su miseria y del abismo que los separa de los privilegios de los dictadores y sus enchufados.
Hablemos claro: el cubano promedio gana entre 4,000 y 5,000 CUP al mes, un salario de hambre que, al tipo de cambio informal, equivale a unos 20-25 USD. Ahora, imagínense tratar de comprar un vehículo como el UAZ Patriot, que se vende en dólares estadounidenses (USD). En Cuba, un carro nuevo puede costar fácilmente más 20,000 USD, una cifra absurda que ningún trabajador común podría reunir en toda su vida. ¿Quiénes tendrán acceso a estos todoterrenos? Solo los fieles al régimen, esos que nadan en divisas mientras el pueblo se ahoga en la pobreza, pagando sus cuentas en CUP. Este no es un proyecto para el pueblo; es un juguete para la élite de una dictadura que no conoce la vergüenza.
Y no nos engañemos con el discurso de “progreso” que venden estos dictadores. El UAZ Patriot, con su consumo de 11.5 litros por cada 100 km, es un chiste en una isla donde la gasolina, también cotizada en divisas, es un lujo inalcanzable para la mayoría. ¿Cómo pretende el cubano común, que vive de su salario en CUP, mantener un vehículo así, si ni siquiera puede llenar el tanque de un Lada viejo o sobrevivir el día sin hacer colas eternas por comida? La respuesta es simple: no puede. Este carro no está hecho para ellos, está hecho para los que viven en la burbuja del poder, ajenos a la realidad del pueblo.
Mientras el régimen se jacta de ensamblar entre 300 y 500 vehículos al año, el pueblo sigue atrapado en el pasado, manejando carros de los años 50 o rezando para que un autobús destartalado pase alguna vez. ¿Dónde está el desarrollo que prometen? En las ruinas de una economía destruida por décadas de políticas fracasadas, en la represión de un gobierno que prefiere alardear de alianzas con Rusia antes que alimentar a su gente. Este proyecto no es un paso adelante; es una cortina de humo para tapar la crisis de libertades, la escasez y el abandono total en que tienen sumida a Cuba.
Basta de mentiras. El UAZ Patriot, valorado en USD, no es un logro; es un insulto para el cubano que lucha día a día con su salario en CUP. Es la prueba de que esta dictadura solo gobierna para sí misma, dejando al pueblo con el sueño roto de un futuro digno. Hasta que no caiga este régimen opresor y se libere la economía, los ciudadanos seguirán sin poder adquisitivo, sin esperanzas y, por supuesto, sin un maldito UAZ Patriot que nunca fue pensado para ellos. ¡Cuba merece más que las migajas de estos tiranos!