El Departamento de Estado de Estados Unidos colocó a Nicaragua en el nivel más alto de alerta para viajeros, advirtiendo que los ciudadanos estadounidenses eviten viajar al país debido al alto riesgo de detención injusta y arbitraria. Nicaragua comparte esta alerta de categoría “D” con Afganistán, Birmania, Eritrea, Irán, Corea del Norte, Rusia y Venezuela.
En un comunicado publicado en su cuenta oficial en X, el Departamento de Estado solicitó a sus ciudadanos que “estén conscientes de los riesgos y tomen decisiones informadas al viajar” a Nicaragua.
Riesgos de viajar a Nicaragua
El aviso señala que “las autoridades nicaragüenses y los civiles armados vestidos de civil, conocidos como policías voluntarios, pueden vigilar, detener, denegar la entrada, expulsar o interrogar a ciudadanos estadounidenses en relación con sus actividades”.
Además, se indica que cualquier contacto con ciudadanos de Nicaragua puede ser motivo de detención, especialmente si involucra comentarios sobre política o gobernabilidad. El gobierno de Ortega y Murillo “puede detener o expulsar a individuos por actividades que no serían consideradas criminales en Estados Unidos”.
La alerta subraya que las detenciones prolongadas han sido frecuentes y motivadas por razones políticas o arbitrarias, y que los procesos judiciales en estos casos no son justos ni transparentes.
Doble discurso del gobierno estadounidense
A finales de junio de 2025, el Departamento de Estado calificó a Nicaragua como “peligroso para viajar”. Sin embargo, semanas después, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) canceló el Estatus de Protección Temporal (TPS) argumentando que Nicaragua es “líder en turismo, ecoturismo, agricultura y energía renovable”, generando críticas de la diáspora nicaragüense.
Damaris Rostán, activista y miembro de la diáspora, expresó su “tristeza” y “confusión”, señalando que en Nicaragua “no tenemos un Estado, ni libertades básicas, ni derechos humanos que cualquier persona disfrutaría en otros países”, evidenciando la incoherencia del DHS.