El Aeropuerto Internacional Punta Huete, ubicado a 58 kilómetros al noreste de Managua, ha sido presentado por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo como una obra emblemática para posicionar a Nicaragua como un hub logístico y comercial en la región. Sin embargo, diversos aspectos del proyecto han generado preocupación y cuestionamientos tanto a nivel nacional como internacional.
Cuestionamientos Legales y Financieros
El contrato para la construcción del aeropuerto fue adjudicado directamente a la empresa china CAMC Engineering Co., Ltd., sin pasar por un proceso de licitación internacional, lo que contraviene la Ley de Contrataciones del Estado de Nicaragua. Según el portal Divergentes, esta asignación directa ha sido calificada como ilegal por expertos en derecho y transparencia gubernamental.
Además, el financiamiento del proyecto ha sido cuestionado. Aunque el gobierno nicaragüense ha anunciado una inversión de 500 millones de dólares, aún no se han realizado desembolsos significativos por parte de China. La Prensa reporta que, a pesar de que Nicaragua entregó un adelanto de 103 millones de dólares a CAMC Engineering, la empresa china no ha desembolsado los créditos necesarios para iniciar las obras.
Un Proyecto Estratégico o Militarizado
El Aeropuerto Punta Huete fue originalmente construido en los años 80 para uso exclusivo de aviones de combate, lo que plantea interrogantes sobre su reconversión a un uso civil. Algunos analistas sugieren que el proyecto podría tener un doble propósito: civil y militar. Según Entorno Diario, figuras de la oposición han señalado que la ubicación y características del aeropuerto podrían estar orientadas a fines estratégicos más allá del transporte comercial.
Además, la falta de información clara sobre el uso futuro del aeropuerto y su integración con otros proyectos, como el ferrocarril y el puerto en Bluefields, alimenta las especulaciones sobre su verdadero propósito.
Impacto Ambiental y Social
El proyecto también ha generado preocupaciones ambientales y sociales. La construcción de una infraestructura de esta magnitud en una zona rural escasamente conectada podría tener efectos negativos en los ecosistemas locales y en las comunidades cercanas. Además, la falta de consulta pública y participación ciudadana en el proceso de planificación y ejecución del proyecto ha sido señalada como una violación de los derechos de las comunidades afectadas.
En resumen, el Aeropuerto Internacional Punta Huete representa una inversión significativa en infraestructura, pero su falta de transparencia, el cuestionamiento de su propósito y las dudas sobre su viabilidad financiera y operativa plantean serias interrogantes sobre su real beneficio para el pueblo nicaragüense.