Régimen Ortega otorga asilo político a Carlos González, acusado de corrupción
La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha convertido nuevamente a Nicaragua en un santuario para personajes cuestionados por delitos graves. Este miércoles, el régimen otorgó asilo político al exfuncionario colombiano Carlos Ramón González, acusado de corrupción en su país, según confirmó un documento oficial filtrado y obtenido por Noticias RCN.
González, quien se desempeñó como alto funcionario en el gobierno de Gustavo Petro, enfrenta graves cargos por cohecho, peculado por apropiación y lavado de activos. La Fiscalía General de Colombia lo acusa de haber participado en el desvío de más de 4,000 millones de pesos colombianos destinados originalmente a la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).
Nicaragua, refugio para acusados de corrupción
En un documento remitido a la Cancillería de Colombia, el régimen de Ortega justificó su decisión citando que “toda persona tiene derecho de buscar y recibir asilo en territorio extranjero en caso de persecución por delitos políticos o comunes conexos con los políticos”. Sin embargo, el caso de González ni siquiera ha concluido la fase de investigación, por lo que este asilo representa un claro desafío a las autoridades judiciales colombianas.
Este movimiento no es aislado. En los últimos años, Ortega ha convertido a Nicaragua en un refugio estratégico para prófugos internacionales, otorgando asilo, residencia o nacionalidad a personajes investigados o condenados por delitos graves. Analistas consideran que esta política busca fortalecer redes de protección política, crear alianzas con gobiernos afines y desafiar las normas del derecho internacional.
Implicaciones geopolíticas y vínculos con Gustavo Petro
Petro, profundizó en las razones que, según él, motivaron el asilo otorgado por el gobierno del dictador Daniel Ortega a Carlos González – crédito X @petrogustavo
La entrega de asilo a González también reaviva los señalamientos de colaboración política entre Ortega y Gustavo Petro. Fuentes diplomáticas sostienen que esta decisión refuerza canales de negociación secretos entre Managua y Bogotá, especialmente en temas relacionados con procesos judiciales y presiones internacionales.
Este caso ocurre en medio de tensiones bilaterales persistentes entre Nicaragua y Colombia, derivadas de los fallos de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre los límites marítimos en el mar Caribe. Observadores afirman que Ortega podría estar utilizando la figura de González como ficha de negociación para presionar a Petro en temas territoriales y económicos.
Una dictadura que desacredita la justicia internacional
No es la primera vez que el régimen Ortega-Murillo utiliza el asilo político como herramienta para desafiar la justicia internacional. En los últimos años, Nicaragua ha protegido a exfuncionarios corruptos, empresarios cuestionados y hasta exmilitares vinculados con delitos graves en sus países de origen.
Mientras tanto, en el ámbito interno, la dictadura mantiene a más de 130 presos políticos encarcelados, reprimiendo cualquier voz disidente y consolidando un modelo autoritario que premia la corrupción y la lealtad al régimen.
Reacciones en Colombia y advertencias internacionales
La decisión ha generado un profundo malestar en Colombia. Legisladores opositores calificaron la medida como “un acto de impunidad y complicidad internacional”. Por su parte, organizaciones de derechos humanos advierten que Ortega está manipulando el concepto de asilo político para blindar a figuras aliadas, debilitando los esfuerzos regionales contra la corrupción.
Expertos en derecho internacional coinciden en que este caso podría desencadenar nuevas tensiones diplomáticas entre Bogotá y Managua, así como sanciones adicionales por parte de Estados Unidos y la Unión Europea, que han acusado a Ortega de proteger redes criminales en América Latina.
Con información basada en datos de NoticiasRCN y fuentes diplomáticas.